La líder de la oposición regional, Mónica García, ha comparecido esta mañana ante los medios tiritando junto a un bidón oxidado y en llamas para anunciar que ya ha cancelado el bono social eléctrico del que estaba disfrutando, y que suponía un descuento del 65% en sus facturas de la luz.
«No pongo ninguna excusa, reconozco el error. No quiero cobrar eso, no lo necesito», ha asegurado entre lágrimas, añadiendo que «mis hijos se pueden calentar perfectamente abrazándose a las ratas, que por suerte son muy gorditas porque el señor Almeida les procura toda la basura que necesitan».
«No voy a pedir limosna, sería impropio. Ni siquiera mantas. Este bidón viejo de Repsol es todo lo que necesito», ha explicado la política.
Ahora, García pedirá permiso para acudir a las sesiones de la Asamblea de Madrid con su bidón en llamas, al que ha instalado unas ruedas «para poder continuar con mi labor profesional sin morir de hipotermia».
Visto en: Mundo Today