Como cada año por estas fechas, miles de funcionarios inician sus tres meses de hibernación y no volverán a sacar trabajo adelante hasta la primavera. Estos ejemplares de empleados del Estado pasan mucho tiempo preparándose para el invierno, tratando de gastar la menor cantidad de energía con el objetivo de llegar a las vacaciones de verano en el mejor estado físico posible.
Mientras los funcionarios hibernan, todos los procesos burocráticos también hibernan, de manera que es mejor no solicitar ningún tipo de documento hasta bien entrado marzo. “Es mejor dejarlos hibernar porque, si no, los funcionarios cogen una baja por estrés e inician la migración a zonas más cálidas, como República Dominicana, Canarias o las Islas Seychelles”, explican desde el Gobierno.
Los funcionarios han estado desayunando durante varios días para acumular la energía suficiente que les permitirá pasar todo el invierno sin moverse. Esos desayunos de dos horas, en ocasiones incluso dos desayunos por mañana, son los que les permiten sobrevivir durante estos tres meses. La mayoría de los funcionarios llevan semanas pidiendo el café descafeinado para que la cafeína no afecte a la hibernación.
Cuando en la primavera los funcionarios vuelvan a las oficinas, lo harán a ritmo lento para que el contraste no sea demasiado traumático. La mayoría de ellos empezará a fumar para poder salir a la calle quince minutos cada veinte minutos, ya que, para un funcionario, el humo de un cigarro es más importante que el aire que respiramos.
Visto en: Mundo Today