Cansado de lo que él considera una persecución mediática, esta mañana Luis Rubiales ha iniciado una huelga de besos que se mantendrá hasta que Jennifer Hermoso diga la verdad. Con esta acción de protesta, el presidente de la Federación Española de Fútbol pretende meter presión a la jugadora para que retire sus últimas acusaciones.
Desde primera hora de esta mañana, en concreto desde las 8:10 horas, que es cuando se ha despertado, Luis Rubiales no ha besado a nadie. De momento, las principales afectadas son su mujer y sus hijas, que se han quedado sin el beso de buenos días. «Yo soy el primero en sufrirlo», se ha sincerado Rubiales, «pero España no tendrá ni un beso de Rubiales hasta que esta lapidación pública termine», ha añadido.
Durante el transcurso del día, Rubiales ha ido estrechando la mano indiscriminadamente tanto a hombres como a mujeres, algo que ha generado mucho malestar entre las segundas. En el seno de la Selección Española de Fútbol Femenino, preocupa que, sin la motivación de recibir un beso de Rubiales, las jugadoras bajen su rendimiento. Pese a ello, Rubiales está determinado a no besar a nadie hasta que le retiren la sanción.
«No voy a besar, no voy a besar», ha insistido el presidente de la RFEF, que ha advertido de que no cederá ante la presión de los «piquetes». «No insistáis: con piquetes o sin piquetes, no habrá piquitos», ha asegurado.
Visto en: Mundo Today