«Hay medicación que no se puede retirar de golpe. Con los idiomas pasa un poco lo mismo». Con estas palabras explicaba esta mañana el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, la situación anómala y desconcertante que se está viviendo en la capital de España, donde en los últimos días la ciudadanía se está expresando en catalán. «Empiezas primero echando mano de expresiones como ‘Valga’m déu’ o el clásico ‘collons’, que nunca habías usado antes, y de sobte te ves parlant casi completament en la llengua de Fabra i no t’atreveixes ni a coger un taxi per si et trenquen la cara», confiesa uno de los afectados, que prefiere mantenerse «en el més estricte anonimat».
Hay unanimidad al atribuir lo que está pasando al exdirigente de Ciudadanos Toni Cantó, que abandonó la semana pasada la Oficina del Español, un año y dos meses después de que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, creara este área expresamente para colocar al político y que tenía como objetivo promocionar a Madrid «como una capital del español en el mundo».
«Em sap greu», se ha limitado a comentar Cantó, que expresa «conmoción y lástima por un lado pero, por otro, satisfacción porque al fin queda acreditado que mi trabajo en esta entidad era fundamental para el español».
Tot i que els acadèmics creuen que tot tornarà a la normalitat ben aviat, els carrers de Madrid s’han omplert d’espanyols deconcertats que prefereixen mantenir-se en silenci per tal de no caure en catalanismes.
Visto en: Mundo Today