Los reyes de España presidieron el pasado lunes la ofrenda al Apóstol Santiago celebrada el 25 de julio. En el acto, Felipe VI aprovechó para pedirle al apóstol «la protección de quienes luchan contra el drama de los incendios». Una petición que, lejos de ser atendida, recibió la amenaza como respuesta por culpa de la reina Letizia, que no se santiguó.
«El apóstol está ofendido por la falta de respeto de la reina y augura un gran tormento y la muerte para ella, amén de muchos más incendios en España», alertaba esta mañana el Vaticano en una nota informativa.
Fue el propio Papa Francisco quien, desde Canadá, donde se encuentra estos días, llamó a Felipe VI para ponerle al corriente de las terribles consecuencias del «descuido» de doña Letizia. La Casa Real intentó mantener el asunto en secreto, pero «la gravedad de la situación» ha llevado a la Santa Sede a emitir un comunicado público.
La Iglesia señala que «aún se está a tiempo de rectificar y de ganarse de nuevo el favor del apóstol». Todo está en manos de la reina, según confirman los teólogos, quien debería «mostrar arrepentimiento y santiguarse públicamente para despejar toda duda sobre sus convicciones religiosas y su fe inquebrantable en el Señor».
«En el apóstol Santiago yo me cago», habría dicho la reina, según confirmaban fuentes de La Zarzuela al cierre de la edición.
Visto en: Mundo Today
