A veces parece que Internet está lleno de negatividad. Cada vez que abro las redes sociales o las noticias, parece que me bombardean con los titulares más sombríos imaginables. Si bien es importante ser un ciudadano bien informado, el constante bombardeo de noticias negativas no puede ser saludable. Todos necesitamos descansar de la melancolía y recordar que también hay muchas cosas maravillosas en el mundo.
Permítenos presentarte a “Wholesome Meet The Internet” (Lo reconfortante llega a Internet), una página de Instagram dedicada a recopilar las historias más dulces que la gente ha compartido en línea y a proporcionar una plataforma puramente positiva para visitar. Con más de 2.000 publicaciones que relatan estos encuentros saludables, en su mayoría a través de capturas de pantalla de otras redes sociales, esta refrescante página ha acumulado más de 230.000 seguidores desde 2019. Así que siéntate, relájate y empápate de toda la positividad que hemos reunido en “Wholesome Meet The Internet”. A continuación, mantén el buen rollo con otro artículo de buenas noticias que hemos publicado en Bored Panda.
Recuerdo que hace diez años entraba en Facebook y encontraba recopilaciones de animales haciendo tonterías y memes muy sencillos, pero muy cercanos. Conectarse a Internet era una forma divertida de escapar del estrés diario de la escuela secundaria, pero no puedo decir que estuviera aprendiendo mucho. Era una actividad puramente recreativa. Hoy en día, es increíble todo lo que podemos aprender en Internet. Las noticias se comparten a gran velocidad y el activismo social parece inundar nuestros canales. Los debates políticos, las infografías, las páginas de GoFundMe, los enlaces de donación y los artículos de noticias son inevitables. No me malinterpretes, hay muchas ventajas en la siempre educativa Internet que tenemos hoy en día. Tener acceso al conocimiento de los problemas globales aumenta nuestra empatía, y la difusión de la conciencia es siempre una gran cosa. Pero sitios positivos como “Wholesome Meet The Internet” son un soplo de aire fresco cuando la negatividad en línea se vuelve abrumadora. Es fácil olvidar que todos los días hay un millón de pequeños momentos de positividad.
Una trampa en la que muchos de nosotros podemos caer es el “doomscrolling”. Esto se refiere a la “acción de desplazarse compulsivamente por las redes sociales o los hilos de noticias que relatan malas noticias”. El doomscrolling se hizo tan común durante la pandemia que el Diccionario Oxford lo nombró palabra del año en 2020 e incluso la añadió al diccionario. Aunque el término se haya popularizado en 2020, sigue siendo relevante mientras muchos de nosotros buscamos información constante sobre noticias molestas, como la guerra en Ucrania.
El Doomscrolling viene de un buen lugar. Nos sentimos culpables por las injusticias del mundo o ansiosos por las incertidumbres, y queremos estar lo más informados posible. Por desgracia, puede ser muy difícil detener el ciclo una vez que lo hemos empezado. Según Mesfin Bekalu, investigador científico de Harvard, los humanos tienen “una tendencia natural a prestar más atención a las noticias negativas”. También explicó el “síndrome del mundo mezquino”, un término acuñado en los años 70 que da título a la creencia de que el mundo es mucho más peligroso de lo que realmente es. La combinación del síndrome del mundo mezquino y la tendencia al catastrofismo crea un círculo vicioso de negatividad para muchas personas.
Esta exposición constante a las malas noticias también puede afectar a nuestra salud mental. Un estudio realizado en 2020 en Alemania descubrió una correlación positiva entre la ingesta de noticias relacionadas con Covid-19 y la gravedad de la ansiedad y la depresión. Según la Dra. Ariane Ling, profesora y psicóloga clínica de la Universidad de Nueva York, el doomscrolling también puede ser una forma de autosabotear nuestros horarios de sueño. Advierte que hay que tener cuidado de no crear una rutina que incluya el doomscrolling antes de acostarse. “Causa estragos en los ritmos circadianos, y luego no eres capaz de regular tu estado de ánimo porque estás de mal humor”, explica. “Pero si estamos un poco más alertas y en sintonía con nosotros mismos, tenemos más posibilidades de decir: ‘Oh, Dios, estoy otra vez de mal humor’, déjame abandonar esto y reenfocar mi energía en algo que tenga sentido, que esté impulsado por valores y alineado con cómo quiero vivir mi vida”.
“El domingo encontré un gatito en el zoo y lo traje a casa. Tenía miedo de que mis padres se enfadaran conmigo, pero hoy he pillado a mi padre enseñándole las fotos familiares al gatito”.
La Dra. Susan Albers, psicóloga, señala que el “doomscrolling” también tiene el potencial de provocar “locura”. Ingerir tantos medios de comunicación lleva inevitablemente a encontrar fuentes contradictorias, lo que puede ser muy inquietante cuando nuestro cerebro no sabe qué creer. La Dra. Albers advierte que, de todas formas, pasar demasiado tiempo mirando pantallas nunca es saludable. “Enterrar la nariz en un teléfono puede exacerbar la desconexión y la soledad. Estar encerrado en una pantalla puede acabar con tu energía y dejarte agotado”. Sobre todo después de habernos visto obligados a aislarnos debido a la pandemia, lo cierto es que no necesitamos buscar nuevas formas de sentirnos solos.
Por suerte, estos expertos tienen muchas sugerencias para acabar con el hábito del doomscrolling. Un consejo es establecer límites sobre cuándo y dónde puedes usar las pantallas. Establece temporizadores y sé estricto contigo mismo. Tal vez, después del trabajo, asignes una hora para revisar tus dispositivos y ponerte al día con las noticias, y luego silencies o desactives las notificaciones. Tal vez quieras designar tu dormitorio como zona libre de teléfonos (sí, todavía se fabrican despertadores) y apilar tu mesilla de noche con libros en su lugar. Incluso tener un reloj no inteligente y un calendario físico puede reducir las tentaciones de desplazarse y añadir más tiempo a tu día para las actividades que realmente disfrutas.
“El conductor de un autobús de la escuela primaria preguntó a todos los niños de su autobús qué querían para Navidad. Compró un regalo a cada niño”.
Otro consejo importante es cambiar nuestros hábitos negativos. Intente reemplazar la búsqueda de noticias negativas por un paseo, un diario, la lectura de un libro edificante o cocinar. Con el tiempo, la necesidad de inundar nuestro cerebro con noticias negativas disminuirá, y estaremos en un lugar más saludable para educarnos en temas difíciles. Por último, buscar noticias positivas también puede ser un hábito más saludable. “Comprender que desplazarse por las buenas noticias nos produce alegría podría ayudarnos a ser más conscientes de cómo nuestro comportamiento online afecta a nuestro estado emocional”. Así que si aún no has seguido “Wholesome Meet The Internet”, ¡es tu oportunidad!.
Todos hemos oído que la risa es la mejor medicina, ¿verdad? Resulta que la ciencia apoya esta afirmación. Según la Clínica Mayo, la risa está relacionada con la reducción del estrés. Otros beneficios de disfrutar de una buena risa son el alivio de la tensión muscular, el alivio del dolor y la mejora del estado de ánimo. La risa frecuente también puede ayudar a mejorar nuestro sistema inmunológico cuando nuestros pensamientos positivos “liberan neuropéptidos que ayudan a combatir el estrés”. Desde una perspectiva social, la risa también une a las personas. Compartir una broma con un ser querido (¡o incluso con un desconocido!) puede ayudarnos a sentirnos mucho menos solos en este mundo de locos.
No subestimes el poder del pensamiento positivo. Según un estudio de la Universidad de Kansas, incluso sonreír más ha demostrado reducir el ritmo cardíaco y la presión arterial en situaciones de estrés. Por suerte, la sonrisa también es contagiosa. “Esto se debe a que tenemos neuronas espejo que se activan cuando vemos acción”, dice la Dra. Eva Ritvo, psiquiatra y coautora de “The Beauty Prescription: The Complete Formula for Looking and Feeling Beautiful” (La receta de la belleza: La fórmula completa para verse y sentirse atractivo). Como su nombre indica, las neuronas espejo nos hacen reflejar el comportamiento que observamos en los demás y se han relacionado con nuestra capacidad de empatía. Transmitir una sonrisa es tan fácil y probablemente creará un efecto dominó, que más vale que seamos generosos con ellas.
Cuando no se puede regalar a alguien una sonrisa en persona, lo mejor es reenviar un video divertido o un post de “Wholesome Meet The Internet”. Explorado en el artículo de i-D “How Self-Isolation Made the Internet Wholesome Again” (Cómo el autoaislamiento hizo que Internet volviera a ser saludable), muchos han encontrado formas creativas de utilizar Internet para la positividad. Además de la alegría de compartir memes y videos divertidos, el artículo menciona la financiación colectiva de hospitales y bancos de alimentos, así como las donaciones a grupos de ayuda mutua. Incluso encontrar nuevas salidas creativas y compartir los talentos y habilidades que hemos adquirido durante la pandemia ayuda a difundir un poco de positividad con nuestras comunidades online.
Si bien es cierto que estos días no falta la negatividad en Internet, también hay muchas historias alegres. Gracias a páginas como “Wholesome Meet The Internet”, todos podemos combatir el doomscrolling y recibir nuestra dosis diaria recomendada de buenas vibraciones y sonrisas. Recuerda que una historia sana al día mantiene al médico alejado… O algo así.
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