Un hombre entra a su restaurante favorito, y se sienta en la mesa de siempre. Da una mirada a su alrededor y descubre a una hermosa mujer en una mesa cercana. Estaba completamente sola.
El tipo llama al mozo y le indica que lleve a la mujer una botella del vino más caro que tengan, adivinando que si la mujer acepta la botella se rendirá a sus pies.
El mozo lleva la botella a la mesa de la mujer:
– Esto es de parte del caballero de aquella mesa -dice, señalando al hombre.
La mujer mira la botella con frialdad durante un segundo, y decide enviarle una nota al hombre. Se la da al mozo, y el mozo la entrega al destinatario. La nota decía:
“Para que yo acepte esta botella, Ud. debería tener un Mercedes en su garaje, un millón de €uros en el Banco y 20 cm. en sus pantalones”.
Después de leer la nota, el hombre decide contestar. Le da una nota al mozo para que la entregue a la mujer. La nota decía:
“Para deleitar su petición, podría vender mi Ferrari Modena 360 y mi BMW 850 iL y quedarme sólo con el Mercedes 600 SEL en mi garaje. Podría también invertir o donar doce de los trece millones de euros de mi cuenta. Pero… ¡Ni por una mujer tan bella como Ud. me cortaría cinco centímetros!!
P.D: Envíeme la botella de vuelta”.