Debido al elevado precio del papel, esta semana los principales editores del país han anunciado que dejarán de publicar libros para poder seguir fumando. Según parece, han llegado a la conclusión de que fumar es más importante que leer. “Un editor sin libros puede sobrevivir, pero un editor sin tabaco se acaba apagando como una colilla”, se sincera Fabio De la Flor, editor de la editorial Delirio.
Los profesionales de la edición se han tenido que enfrentar a un dilema que han resuelto con sorprendente celeridad. “No han dudado ni un segundo, han tomado la decisión de dejar de publicar libros en lo que dura la pausa para salir a fumar”, aseguran algunos lectores con evidente disgusto. Los editores son los primeros que saben que no se puede editar un libro sin un cigarro entre los dedos y numerosas colillas en el cenicero.
“Los librillos son más importantes que los libros”, reiteran desde el sector literario. Tanto los escritores como los editores insisten en que no pueden vivir sin fumar, pues un escritor escribiendo y un editor editando «molan más» envueltos en humo. Por tanto, frente a la posibilidad del desabastecimiento de papel de liar, lo han tenido claro. “Un libro te acompaña durante unas horas, pero el tabaco está contigo toda la vida, incluso dentro de ti, físicamente”, apunta De la Flor.
En un claro guiño al sector editorial, las compañías de papel de liar se han comprometido a imprimir microrrelatos en cada papel. “Así, los fumadores podrán leer mientras se lían los cigarrillos y la cultura no se verá tan afectada”, argumentan los fabricantes.
Visto en: Mundo Today