A las 8:55 de esta mañana, una unidad de artificieros ha conseguido llevarse a una camarera de un bar de Madrid en el que trabajaba 12 horas diarias. Los agentes tuvieron que emplearse a fondo y tardaron varias horas en retirar a la mujer, que se encontraba anclada tras la barra del local después de siete días seguidos sin descansar.
El dueño del negocio se ha mostrado muy enfadado con la intervención policial porque sus clientes se han quedado sin ser atendidos. Los artificieros actuaron tras recibir una llamada de un hombre que llevaba muchas horas en una mesa y advirtió que la camarera acumulaba incluso más horas que él en el lugar.
Aunque pudieron desalojarla sin causar daños materiales, los agentes han señalado que la camarera ya estaba explotada en el momento de la operación. “Cuando la sacamos ya había perdido completamente la fe en el mercado laboral”, declaran. “Dado el grado de explotación al que se somete a los empleados, si nos alertan de alguna bomba en este bar es probable que nos lo pensemos dos veces antes de actuar”, añaden los artificieros.
Tras casi diez horas tratando de llevarse a la camarera del bar, muchos artificieros han intentado llevarse a ellos mismos a casa al considerar que estaban siendo explotados por la unidad de artificieros del TEDAX de la Policía Nacional.
Visto en: Mundo Today