La suegra llegó inesperadamente a la casa de los recién casados. Tocó el timbre y le abrió la nuera completamente desnuda.
– ¿Que estás haciendo? -preguntó.
– Estoy esperando a que mi marido llegue del trabajo – respondió la muchacha.
– ¡Pero estás desnuda!! -exclamó la suegra.
– Este es mi vestido del amor -explicó la nuera.
– ¿Vestido del amor?? ¡Pero si estás desnuda!!
– A mi esposo le encanta que me ponga este vestido. Le hace feliz a él y a mí. ¿Podría irse por favor? Porque el va a llegar en cualquier momento.
La suegra se cansó de toda esa charla romanticona y se fue… Camino a su casa pensó en el asunto ese del vestido del amor. Cuando llegó a su casa se desnudó, se bañó, se puso su mejor perfume y esperó en la sala. Finalmente su esposo llegó, entró y la vio desnuda en el medio de la sala.
– ¿Pero, que estás haciendo?? ¿Te volviste loca??
– Este es mi vestido del amor -le contestó ella pestañeando seductora…
A lo cual el marido le dijo:
– ¡Pero plánchalooo, querida, plánchalo