Un hombre andaba por el paseo de Canovas de Cáceres cuando se encontró una lámpara. La recogió y la frotó hasta que apareció un genio. El genio dijo, Vale, vale. Me has sacado de la lámpara, bla-bla, bla-bla… Pero esta es la cuarta vez que me sacan de la lámpara este mes y estoy hasta los huevos de vuestros puñeteros deseos así que olvídate de los tres deseos. Solo te concederé uno”.
El hombre se sentó en un banco y pensó durante un rato.
Finalmente dijo: “Siempre he querido ir a Nueva York, pero me da miedo el avión y en barco me mareo. ¿Podrías construirme un puente hasta Nueva York para que pueda ir en coche a visitarla?”
El genio rió ruidosamente y dijo,
– “Eso es imposible. Piensa en la logística monumental necesaria para construirlo!. ¿Y cómo conseguiremos construir los soportes hasta el fondo del Océano Atlántico, a 10 km. de profundidad?. Piensa en la cantidad de acero y cemento que serán necesarios. Estas hablando de un puente de 10.000 km. De largo. Y habría que poner gasolineras cada 100 km.. Piensa en las infraestructuras. Es imposible. Piensa en otro deseo. Este no puede ser”
deseo2 1 DeseoEl hombre lo comprendió, se sentó de nuevo a meditar y buscó un deseo realmente bueno. Finalmente, el hombre dijo:
– “He estado casado y divorciado tres veces. Mis mujeres siempre han dicho que no me preocupo y que soy insensible. Así que deseo poder entender a las mujeres. Quiero saber como se sienten por dentro. Quiero saber que están pensando cuando me miran en silencio. Quiero saber porqué gritan y porqué lloran y que quieren realmente cuando dicen “No pasa nada”. En realidad, lo que más quiero es saber como puedo hacerlas realmente felices.”
El genio le mira sorprendido y le pregunta:
– “El puente … ¿lo quieres de dos o de cuatro carriles?”